martes

Nelumbo nucifera

Un resurgir.

Entre las aguas lodosas, entre las corrientes adversas. Luchando contra aquellos que buscan destruirla y alimentarse de ella, crea una fortaleza que la mantiene intacta y guerrera, que le permite emerger desde las profundas aguas para crearse, para surgir y resurgir. Para instaurar una simbiosis junto a lo nocivo y dañino que transformará para permitirle nutrirse y extender su belleza. Para engendrar semillas casi inmortales, de los que serán futuros luchadores.

Somos nosotros quienes decidimos el uso que vamos a darle a cada uno de los acontecimientos que vivimos, como la combatiente rosa del Nilo, capaz de canalizar cada uno de los aspectos negativos que le llevan a la creación de una fortificación y así convierte cada señal adversa en un punto a favor, que le aporta alimento, que le ayuda a crecer.


Todas y cada una de nuestras vivencias nos aportan sustento, sustento que nutrirá nuestra semilla. Dejemos que germine en mil reflejos positivos haciéndonos espectaculares, fuertes, bellos.

domingo

El Claroscuro que nos da forma.

Hasta llegar al punto máximo donde las sombras se acumulan, desde la claridad completa y total, la luz y el brillo.
Poco a poco, con algún grafito duro, despacito iremos creando el contorno de nuestra mayor obra de arte. Formando figuras, movimientos y conforme vamos ablandando el número de nuestro instrumento de producción, concebir los volúmenes y las formas, cada una de las dimensiones que nos harán reales.
Y es que para hacernos grandes y completos, debemos empezar con un plano general, por capas, con calma, distinguiendo los tonos de color, las diferentes gamas de grises que podemos hallar. Para después atinar la vista, agudizar nuestra percepción, intuir los detalles, los matices y sacar todos esos brillos que nos dan forma, y sacar la luz que llevamos dentro. Y así, llegar a ser tridimensionales, reales e irrepetibles en cualquiera de otros ojos. Así podremos ser reflejo de lo que somos, convertirnos en espejos de nuestra forma de mirar el mundo, identificarnos.
Y ser la mejor versión de nosotros mismos, y alcanzar el destello que nos defina.



“Porque somos grandes, enormes.”