martes

¿Me permites este baile?

Yo bailaría contigo, pero es que estoy sordo de un pie. Y si te piso no quiero ser responsable del daño que eso pueda causarte. Sólo lo haré si me prometes que jugaremos a ser niños que sueñan a ser profesionales de la danza, sin ningún tipo de miedo al fracaso. Sin nada que nos ate y no nos permita ser tal y como somos. Únicamente quiero que no te importe si caigo, que me ayudes a levantar y todo quede entre risas de amigos.
Porque, créeme, te has ganado ese puesto.