jueves

Ni se crea ni se destruye, se transforma.

Y así fuimos cambiando, variando, derivando en lo que somos hoy.
Y las personas pasaron, vinieron, se fueron y algunos volvieron.
 Sólo el presente se mantuvo aquí. 

 De esta forma es como vamos evolucionando y pasamos nuestra propia e individual pre e historia, época clásica, renacimiento, etapa moderna. Y nos contradecimos a veces, de Románico a Gótico y de la sencillez nos volvemos complejos.

 Tesis, síntesis y antítesis; así pasamos la vida rodando, contraponiéndonos para formar algo nuevo y no por eso dejamos nuestra esencia de lado.

 Somos agua, a veces hielo o quizás vapor; pero siempre hechos de la misma materia. Siempre siendo la unión de dos polaridades, de lo dulce y lo salado. Y es que las mezclas de unos mismos pigmentos no siempre dan el mismo tono, pero siempre tendrán el mismo origen. 

De ahí mi reflexión, la historia, la filosofía, la ciencia, la naturaleza de las larvas que llegan a ser mariposas. No importa mucho que no tengas un destino siempre que sepas cual es tu origen, eres tu propia evolución y transformación y de una forma u otra, vas a brillar, a destacar, a levantar las alas y convertirte en mariposa; porque esa es tu naturaleza.

 Eres grande aunque aún tengas que demostrárselo al mundo, dedícale tiempo a lo que te alimente el alma, y ese será tu aporte y luz, porque algo que es capaz de nutrirte y atraparte, es algo que te hará grande. Porque si uno alumbra desde el interior, deslumbrará en el exterior.