lunes

Nos hace falta el negro para diferenciar el blanco

Muchas veces al pensar en la perfección nos imaginamos algo imposible de alcanzar, algo que nunca podrá darse, pero no nos paramos a pensar que puede que la verdadera perfección sea aceptar los defectos; porque si no hubiera nada malo, no podríamos llamar bueno a nada, con lo cual, todo sería igual y no habrían diferencias. Necesitamos a alguien inferior para sentirnos superiores, nos hace falta el negro para diferenciar el blanco.