sábado

Después de todo.. no besabas tan mal.

Cuesta admitirlo, pero así son las cosas. Llevo desde entonces diciendo que ya no eres importante para mi, que no te echo en falta, que me es indiferente que estés o no. Mentira, todo son mentiras.
Lo peor es que ahora me vengo a dar cuenta, ahora que me siento imbécil, y todo esto supera mi idiotez. 
Siempre te recordaré quiera admitirlo o no, siempre tendrás un pedazo de mí porque en su momento estuviste ahí, conmigo. Ya no siento lo mismo de antes, es cierto. Pero no quiero que me recuerdes con rabia, que me recuerdes como una mala persona. Me gustaría disculparme pero no sé ni cómo ni por qué debería hacerlo. No quiero hacerte entender que fuiste un juguete para mí porque me lo dabas todo, porque ahora me vengo a dar cuenta de que no fue así, pensé que sí y me odiaba por ello, pero no; te quise. 
Al verte hoy, solo, sin rumbo; te vi como un niño indefenso y pequeño, quería hacer algo para remediarlo, pero no sabía qué. Recordé tus besos, tus abrazos, tu risa, el brillo de tus ojos mientras me miraban, recordé todo lo que sentía por ti y yo también me convertí en una niña pequeña e indefensa, sin saber qué hacer y sin entender el por qué de mis recuerdos ni el por qué los echo tanto de menos. Por qué ahora esos besos, abrazos; todo ese cariño, se me hace tan necesario. 

1 Luces de colores:

Heulen dijo...

Oh dios, esto es la reencarnación de las palabras que siempre busqué, jajajaja.
Escribes genial:)
Por cierto, hice en mi tuenti una entrada con este texto y el link de tu blog, publicidad gratis._.
jajajaja
Si no te gusta la idea lo quito, tranquila jaja

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